En este post hablaremos de una lesión muy prevalente entre la población en general, como son los esguinces de tobillo.
Los esguinces de tobillo son lesiones ligamentosas que se producen cuando el ligamento sufre un sobre estiramiento forzado y se desgarra. Esto puede deberse a un traumatismo directo como por ejemplo un golpe fuerte sobre el pie, un accidente de tráfico o de forma indirecta como por ejemplo una torcedura de tobillo.
Según el grado de lesión, se pueden clasificar en 3 grados diferentes:
Los signos y síntomas más relevantes de esta lesión son:
En ocasiones otras estructuras de la zona del tobillo pueden verse afectadas también en la torcedura (como por ejemplo la cápsula sinovial, los tendones del tobillo, nervios que transcurren por la zona, los huesos del pie, etc), por lo que podemos sufrir otras lesiones además del propio esguince y la sintomatología puede variar.
El diagnóstico es fundamentalmente clínico y se basa en la história clínica, la sintomatología presentada y la exploración clínica mediante pruebas que evalúan la laxitud articular, el dolor en ciertos movimientos, etc. Las radiografías pueden estar indicadas si se sospecha de otras lesiones asociadas como por ejemplo una fisura o fractura ósea.
El esguince de tobillo más frecuente se produce en los ligamentos laterales externos del tobillo (sobretodo en el LPAA) debido a un movimiento de inversión forzada, que sobreestira los ligamentos de la zona externa del tobillo. Pese a esto, no todos los esguinces de tobillo se producen en esta zona, ni todas las lesiones de la zona externa del tobillo son esguinces de ligamentos laterales, por lo que se debe realizar un diagnóstico detallado para delimitar el origen de cada lesión.
No se pueden prevenir al 100 %, ya que interfieren factores externos como por ejemplo traumatismos. Pero si se pueden realizar una serie de medidas para reforzar los tobillos y para reducir las posibilidades de sufrir un esguince o esguinces de repetición (por un mal estado del ligamento tras haber sufrido un esguince previo).
En una primera fase (los primeros 2-4 dias a partir de la lesión), llevaremos a cabo el protocolo RICE (por sus siglas en inglés), en la que se deberá aplicar:
A partir del 4º día, es recomendable acudir a un fisioterapeuta para valorar el alcance de la lesión y comenzar a pautar un tratamiento enfocado a recuperar los tejidos dañados, fortalecer el tobillo, reducir la inflamación de la zona, mejorar la propiocepción, reducir el dolor, etc.
Será imprescindible la realización de ejercicios activos por parte del paciente para recuperar correctamente la articulación y reforzar el tobillo y así prevenir al máximo secuelas de la lesión como por ejemplo la inestabilidad articular.
Tu fisioterapeuta de confianza te enseñará una rutina de ejercicios que se irán adaptando al estado de tu tobillo en las diferentes etapas de la recuperación de la lesión.
Si deseas saber más sobre esguinces o has padecido alguno recientemente y quieres valorar tu caso o realizar un tratamiento de tu lesión, puedes ponerte en contacto conmigo o reservar cita de Fisioterapia en la web.